16 de mayo de 2013

Una compañera decía ayer en Facebook que la nuestra es la mejor profesión del mundo. Muy a menudo estaría de acuerdo con esa afirmación.

Lo cierto es que en tres días he tenido la cara y la cruz; el martes probablemente el peor día de mi carrera docente, por los tristes acontecimientos en los que me vi envuelto.

Hoy en cambio la despedida de los alumnos de Bachillerato y Ciclos Formativos, un día de fiesta y alegría.

2 comentarios:

  1. Pero ¿ qué te ha ocurrido si puede saberse ? supongo que lo que sea lo habrás solucionado satisfactoraimente.

    un saludo desde Salamanca, tu seguidora del Blog

    ResponderEliminar
  2. Querida seguidora salmantina, es realmente largo de contar y como digo en el post, bastante triste, porque que un adolescente pierda los estribos es bastante normal, pero cuando no conoce los límites las cosas se suelen torcer.

    Hemos salido adelante, pero no sin ciertas magulladuras en el alma.

    ResponderEliminar