5 de octubre de 2008


Un estudio de las universidades de Alicante, Murcia y Carlos III publicado recientemente indica que los que tenemos apellidos singulares, tenemos más probabilidad de alcanzar éxito social.

Aquí ya hemos citado alguna ventaja de llamarse Rodríguez Menéndez, pero al parecer también es cosa buena llamarse Sáenz de Santa María u Olavarría (con v, por más que les joda a algunos).

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