30 de enero de 2010


Esta vez no fue "nuestra" OSPA sino la Real Filharmonía de Galicia, la que dio el concierto de anoche. Correcta la orquesta, y muy bueno el director, un joven alemán llamado Christoph König. Si no me equivoco, que en este terreno bien puedo hacerlo, este chico dará que hablar.

O por lo menos a mí me gustó mucho su dirección.

Se atrevió con una pieza de Shostakovich del año 1966, difícil, complicada y salió más que airoso. Buen concierto, pero había muchos huecos; parece que la gente no se animó a salir con el día de perros. Oviedo estaba extrañamente vacío.

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